domingo, 10 de mayo de 2009

Ceremonia recurrente

El animal totémico con sus uñas de luz, 
los objetos que junta la oscuridad debajo de la cama, 
el ritmo misterioso de tu respiración, la sombra 
que tu sudor dibuja en el olfato, el día ya inminentemente. 
Entonces me enderezo, todavía batido por las aguas del sueño, 
Vuelvo de un continente a medias ciego 
donde también estabas tú pero eras otra, 
y cuando te consulto con la boca y los dedos, recorro el horizonte de tus flancos 
(dulcemente te enojas, quieres seguir durmiendo, me dices bruto y tonto,
te debates riendo, no te dejas tomar pero ya es tarde, un fuego 
de piel y de azabache, las figuras del sueño) 
el animal totémico a los pies de la hoguera 
con sus uñas de luz y sus alas de almizcle. 

Y después despertamos y es domingo y febrero.

- Julio Cortazar.


Ahora quiero que recuerdes, o revises.. un día que fue domingo... y febrero.. =)
Te amo, sabes?
Y ese ritual recurrente, esa ceremonia. Te vuelve más bella, menos común, más perfecta y más importante. Y no es que no seas completamente importante, bella, única y perfecta... de por sí.