sábado, 31 de enero de 2009

Blog temporalmente cerrado producto de que una de mis personalidades se fue de vacaciones, cuando vuelva sigue esto... saluos a toos!

viernes, 30 de enero de 2009

¿Por qué será que te recuerdo antes de las comidas?
¿Será por esa hambre que me das, de tus labios y tu espalda?
¿Será por que eso de comer, es una de esas cosas que nos unen?
La inevitable atracción por los olores y sabores, las especias y aliños.
Quizás porque el sabor de tu piel es mejor que cualquier cosa
que pueda ser servida en cualquier mesa que exista.
O tal vez simplemente, porque el hambre que precede a cada comida
es lo mas cercano a lo que siento cada vez que estoy a minutos de verte.



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Me es imposible no pensarte ni escribirte cuando estoy tan lejos.

viernes, 16 de enero de 2009

Hoy dejo de escribirte.
Hoy dejo de escribirte, 
y de pensarte cuando no estés conmigo.
Ya hemos visto que sólo trae problemas.
Dolores, conflictos, tristeza y belleza,
enredando lo inenredable.
Aún así, no dejo de quererte
y necesitaría mucho mas de una semana
para quemar lo que siento.
Esto, para mi, es único.
Hoy, en vista de las circunstancias,
decido dejar tranquilo al día.
Que el vea, lo que hace y deshace.
Hoy te quiero, mas que nunca.

lunes, 5 de enero de 2009

22

Naces solo, mueres solo.
La carga de la conciencia,
de la inteligencia
en su forma humana,
es la individualidad.
Peso, que debe llevarse
a cuestas por caminos,
por ese recorrido, y viaje,
llamado vida.
Alivianado a ratos,
por la existencia compartida.
Es tan lindo tener a alguien,
compartirnos del alma.

Es esa precisamente la razón
por la que extiendo mi mano,
jurando ante la luna no dejarte,
jurando ante cada estrella
cuidarte hasta el final.

Muertos cargando adobe.

He visto sangre,
correr a ríos por la vereda.
He visto azúcar,
caer de aguacero y granizo.
He visto juergas eternas,
previas al sabor a óxido 
que deja el amanecer
mezclado con tabaco.
He visto y he vivido,
de fiestas y lugares, 
de campos y hogares,
de labios y pieles.
Pero a mis años,
cortos e intensos,
no he visto nunca, 
y en ningun lugar,
a nadie como tu,
excepto...

Cuando miro en el espejo.