correr a ríos por la vereda.
He visto azúcar,
caer de aguacero y granizo.
He visto juergas eternas,
previas al sabor a óxido
que deja el amanecer
mezclado con tabaco.
He visto y he vivido,
de fiestas y lugares,
de campos y hogares,
de labios y pieles.
Pero a mis años,
cortos e intensos,
no he visto nunca,
y en ningun lugar,
a nadie como tu,
excepto...
Cuando miro en el espejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario