Nos quitaron el fuego y nos mandaron a dormir.
Nos quitaron ese fuego de Prometeo
y esas piedras que nos pertenecen a todos.
Pero no hay contrato que nos domine,
como nunca habrá violencia que apacigüe.
Agacha el moño, mijo, dice la señora de la esquina.
Agacha el moño, dice el profesor.
"Sosiégate, o te va a llegar un tat'equieto"
miércoles, 30 de julio de 2008
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