Y ese es el poeta, el que vive enamorado de la vida misma,
el que al escuchar al resto se da cuenta que no es el único,
pero de que vive y se va a morir solo.
La poesía es yugo y alegría a la vez, es la vida de sisifo,
de levantar la piedra sobre la colina y dejarla caer,
de nunca crear el verso perfecto, ya que o no rima, o no expresa, o no suena bien.
Es la vida de escribir, y pasar el codo por encima, borrando por arte de magia
lo poco que deja la auto censura.
Gracias, poesía hija de puta.