jueves, 13 de noviembre de 2008

Sonríeme, que la luna esta roja en el horizonte.
Sonríeme, que la vida es buena y sobran peces en el río.
Sonríeme por siempre, que viviría abrazado a tu cintura.
Y aunque a veces dueles, se que existe un futuro esplendor.
Aunque la vida quiera vestirte de blanco y yo te mire de lejos
y quizás llore un par de vertientes raudas hacia el mar,
mis lagrimas son dulces, ya que vienen de donde estas tu;
de ese corazón que tienes alborotado, 
que salta de alegría y se aprieta de emoción;
llora sonriendo y se parte en dos. 
Y si alguna vez te viera de lejos, entre flores y granos de arroz,
la caja donde tengo ese pedazo de oro que me diste,
seguirá guardando la esperanza de que algun día, talvez,
en el mejor momento vendras como providencial poesía,
porque eso es lo que eres, poesía.

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