sábado, 11 de octubre de 2008

Perdoneme
si oculto mi rostro,
perdoneme
si me cubro de telas.
Es que no comprendo
de que otra forma
evitar el miedo,
expresar la ira,
gritar tu nombre,
luchar la guerra.
¿De que otra forma
evitar la persecución?
¿De que otra forma
soplar las cenizas,
levantar los escombros,
sembrar los cimientos y
construir al hombre nuevo?
Cuando la contienda
es desigual,
cuando la individualidad
no es suficiente.
Es ahí cuando el mundo,
debe vestirse de anonimato
y gritarle a los hombres ensillados
mil y una veces ¡No!,
cien mil veces ¡Fuera!. Solo ahí,
una sola vez, venceremos.

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